lunes, 2 de febrero de 2009


Me sabía inteligente, hasta que comencé a leer...

por Wiliam Ajanel

Por una extraña razón, muchos a los veintitantos olvidamos ciertos detalles de nuestra niñez, algunos dicen que cuando envejeces comienzas a recordar más [ad populum] sin embargo, las etapas más marcadas en nuestra vida son esos días que pasamos encerrados en aulas de colegios y escuelas aprendiendo las cosas de la vida, necesarias para considerarte "educado" e inteligente.

Pasé aproximadamente dieciocho años de mi vida creyendo que acumular conocimientos era sinónonimo de inteligencia y capacidad intelectual, apoyado en mis teorías comprobadas de que a pesar de no estudiar y leer mucho, siempre ganaba las pruebas con el famoso sentido común. Pero me bastaron un par de malas experiencias para darme cuenta de lo ignorante que era en muchos temas y de lo lejos que estaba de ser una persona intelectual.

Una de ellas ocurrió cuando ingresé a la universidad y se nos pidió realizar un ensayo sobre economía, me brillaron los ojos porque según yo, y basado en mis notas del colegio, yo era muy hábil para el tema [mi promedio en el instituro era de 99] entonces me dispuse a escribir mi supuesto ensayo, y muy autocomplacido me puse de pie y le entregué mi maravilloso ensayo a la catedrácita, naturalmente fui el primero en entregarlo, pero me sorprendió la respuesta de la catedrática, que con la frente arrugada me dijo: Esto está muy bien, pero siendo un ensayo me gustaría saber lo que usted piensa, no lo que decía su libro de economía.

Me sentí frustrado, humillado y cual cucaracha que se arrastra por el suelo. No podía ser, yo había realizado mi mejor esfuerzo, pero ese enorme esfuerzo se podía traducir en una cuestión muy básica: Me conformé con el concepto del libro de texto y nunca me informé, o leí más para crear mi propio criterio.

Fue entonces cuando decidí pasar más tiempo dedicado a la lectura de cuanta cosa se me pusiera en frente [relacionada a mi carrera por supuesto] y empecé a analizar y crear mis propias opiniones y conceptos sobre las cosas. Resultó un ejercicio bastante interesante, ya que de pronto me encontraba con la situación de cuestionar casi todo lo que se nos enseñaba en clase [supongo que mis catedráticos ya estaban hartos de tanta pregunta].

La lectura me proveyó del arma más importante que cualquier persona puede tener: El conocimiento. Por medio de la lectura comencé a ampliar mi universo intelectual y mi cultura general, desde libros viejos, pasando por los periódicos, revistas, cuentos y cualquier artículo u obra en internet, todos ellos fueron aportando una gran cantidad de recursos para que al final pudiera armar mis propias ideas y conceptualizar el mundo en el que vivo.

Naturalmente, con tanta información y la cantidad asfixiante de obras que circulan en la sociedad me di cuenta de lo limitado que me encontraba, y que ese mismo interés en seguir aprendiendo tenía como base la aceptación de que para saberme una persona muy inteligente tendría que estar sumido en la más triste ignorancia.

Entonces les animo a todos a que busquemos la sabiduría por medio de la lectura, para poder crear nuestros propios conceptos y encontrar nuestro propio criterio.

Un saludo.

2 comentarios:

  1. Me agrado mucho este escrito, la verdad el leer le amplia a uno muchos horizontes que de otra manera talvez nunca se conocieran...

    Muy interesante, me pasare mas a menudo a tu blog.

    ResponderEliminar
  2. Kevin: Mirá que chiquito es el mundo :P Saludos vecino, siempre serás bienvenido a este espacio, realmente muy poca gente de por acá lo conoce, no le he dado mayor promoción que digamos en estas zonas...

    Y sobre el post, pues veo también que te gusta la lectura, y te felicito, eso suma mucho a la cultura de toda sociedad.

    Un saludo y gracias por pasarte por acá...

    ResponderEliminar

Dividiendo entre cero es, entre otras cosas, un espacio para la opinión y debate sano. Los comentarios anónimos son permitidos siempre y cuando sirvan para aportar algo a la lectura (independientemente si estoy o no de acuerdo con las opiniones aquí expresadas). Comentarios racistas, difamatorios o que busquen simple conflicto y provocación serán eliminados.