martes, 17 de febrero de 2009


¿Políticamente incorrectos o simples bufones?

por Wiliam Ajanel

Apoyados en la expansión de los medios y la libre expresión, surgen gran cantidad de personajes que se autoproclaman "políticamente incorrectos", sujetos que gustan de ridiculizar cuanto material caiga en sus manos y auxiliados por la burla o improperio más barato nos venden la idea de una actitud moderna y revolucionaria. Bajo la premisa de salir de lo convencional y hacer otro tipo de humor o entretenimiento, estos personajes de moda disfrazan su odio hacia distintas manifestaciones culturales, artísticas o intelectuales, por medio de chistes que de lo políticamente incorrecto pasan a los desagradable y vulgar.

Lo políticamente incorrecto va más alla de la idea de realizar una ofensa o una burla inapropiada, si se contextualiza con los medios en la actualidad, tal conducta se ve apoyada más en el concepto de las ideas contrastadas, es decir: Confrontar ideas de alguien más de manera muy franca y poco sutil.

Es normal que lo políticamente incorrecto esté, en ocasiones asociado a algún tipo de discurso sarcástico o irónico, sin embargo esto no tiene que ser necesariamente una burla infundada [como sucede con aquellos que se ríen de todo sin razón alguna, solo por deporte], en todo caso resulta de la experiencia misma del oponente, quien a falta de mejores palabras [o simplemente no querer entrar en una discusión] se corta de entrada algún suceso o argumento, exponiéndolo sin ninguna reserva y criticándolo sin ninguna consideración [las burlas o las risas puede que estén de más, eso no lo hace más o menos políticamente incorrecto].

En el ejercicio de las comunicaciones es importante saber la diferencia entre ser políticamente incorrecto, y ser un simple bufón como propongo en el titular, ya que existe esa línea delgada entre parecer extraordinario a parecer un total ridículo y vulgar. No hace falta caer en lo bajo y ofensivo para contradecir hechos, personas o argumentos, se puede ser muy honesto, franco, políticamente incorrecto sobre la base de una calidad intelectual razonable.

Alguien por ejemplo, que tiene la capacidad de hacer algún chiste o burla sobre algún asunto político o religioso, aún alejándose de los limites de lo apropiado y las formas correctas, puede tener esa capacidad de expresarse de forma políticamente incorrecta si conoce exactamente a que se refiere, es decir si ha estudiado o seguido de forma minuciosa el tema.

No resulta así con aquellos que se burlan de ciertas calamidades y catástrofes que le ocurren a determinadas personas o grupos de personas, en desconocimiento de las causas que ocasionaron dicho suceso, banalizándolas por simple diversión o no tener otra cosa mejor que hacer; es también una cuestión de respeto, buen gusto y oportunidad.

Seguramente todos gozamos de alguna sátira o broma de vez en cuando, nos ejercitamos quizá en el arte de hacer chistes o bromas sobre diversos temas, resulta divertido y bastante relajante, simplemente reflexiono sobre la mala fama que se le da al término políticamente incorrecto, y de quienes en base a su propia ignorancia se autoproclaman como tales.

Pensar antes de hablar, y más si se tiene cierto alcance en los medios, resulta una tarea de información y respeto, atender al buen gusto y alejarse de toda soberbia que pueda ocasionar imagenes desafortunadas de lo que resulta un simple y sencillo concepto. Recordemos cuando veamos a esos tipos que se hacen chistosos, quizá ya pasaron el límite de lo políticamente incorrecto para convertirse en: Simples bufones.


Un saludo

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