jueves, 24 de septiembre de 2009


Es necesario prescindir de la "imagen corporativa" de los gobiernos

por Wiliam Ajanel

A lo que la mayoría conoce como simple demagogia o populismo, yo me atrevo a designar como "imagen corporativa de los gobiernos". Y en verdad, resulta denigrante que los fondos del estado [es decir, nuestros impuestos] sean utilizados para mejorar la imagen pública de los gobernantes o políticos de turno; que se utilicen para alabar las glorias de los personajes bonachones, quienes han logrado el simple mérito de hacer su trabajo, cumplir con sus obligaciones. ¿O es que tenemos que soportar masivas campañas publicitarias para enterarnos de que el gobierno, efectivamente hace o sirve para algo? De la misma manera en que no esperaríamos un anuncio en televisión nacional para ser alabados por cumplir con nuestras obligaciones, resulta necesario prescindir de la imagen corporativa de los gobiernos.


Asesores profesionales de imagen [publicistas, comunicadores, mercadólogos, etc.], quienes no por pura filantropía realizan su labor, son contratados con los recursos que los ciudadanos han provisto al estado para crear espacios publicitarios, eso si, bajo seudónimos eufemísticos como por ejemplo: "La secretaría de comunicación del estado" entre otros, para "acercar" a la población los hechos y las obras que se realizan por medio del estado.

Y cuidado [si eres parte del equipo de gobierno] si haces una buena obra y no hubo cámaras, testigos o periodistas que tomaran nota del asunto. No es suficiente con que los beneficiados de los programas sociales del gobierno perciban el desarollo de la comunidad, resulta imprescindible que se realice una campaña de televisión, se monte un programa de radio entero y se entrevisten a los 150 habitantes de la aldea y al unísono exclamen: "Gracias a nuestro presidente/diuptado/alcalde/ por la construcción de nuestro parque/calle/puente, etc."

Basta de demagogia barata, de besar niños y abrazar ancianos con medio centenar de "periodistas" y asesores de imagen detrás. Y no hablo de la realización de programas sociales de ayuda [que algunos me parezcan cuestionables ya es otro tema] sino del platillo y bombo que pareciera ya parte de la agenda política de los gobernantes, si su trabajo es eficaz y útil, seguramente no resultará necesario convencer a nadie manipulando los medios, para que la gente sepa que están haciendo un buen trabajo. En cierto modo esto resulta tan ridículo como si yo enviase cartas y fotografías diarias a mi jefe para que "mire y se entere" de que hago bien mi trabajo. La efectividad se hace obvia... claro, cuando hay gobiernos efectivos y capaces.

Finalmente, no se en qué momento, se elevaron los estándares de calidad de imagen corporativa [en este caso no hablaré de empresas y compañías, que hacen más o menos lo mismo, la diferencia es que lo hacen con su dinero] ni se cuando se coló esta estrategia de comunicación entre las esferas políticas del gobierno, pero sin duda alguna, ya resulta cansado, innecesario y sobre todo costoso para la población, sostener un gasto fijo como la publicidad del gobierno y sus maravillosas campañas políticas disfrazadas de "ayuda social".

Como se dice en mi país: "Hay que tener un poco de sangre en la cara" y reconocer lo que se hace bien, y lo que no, pero para eso no hace falta publicidad, sencillamente una labor consciente y honrada ¿Será mucho pedir?



Un saludo

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3 comentarios:

  1. Los gobiernos y cualquier gente con un cargo a contar suelen hacer eso con frecuencia. Por ejemplo, cuando llegan las elecciones es cuando te das cuenta de que SÍ que las obras avanzan, que el tráfico no dura apenas, que el alcalde/presidente/etc hace algo de verdad por el país/mundo/pueblo.
    Parece mentira, pero es así. Nunca recibirás una palmadita en tu espalda por hacer las cosas como las debes hacer, ahora el gobierno o cualquier otro cargo importante sí la recibirá porque claro... ellos sí hacen algo (cáptese la ironía). Saludos William.

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  2. Hubo un intendente argentino (intendente = alcalde = el mandamás de la ciudad o pueblo)de apellido Uzandizaga que ganó su reelección sin hacer campaña, sin hacer publicidad de las obras realizadas por él, aprovechando para darlas a conocer el hecho de que cada dos por tres le reporteaban y entonces él aprovechaba.

    Le decían el vasco, por razones obvias, tenía un carácter de p.m. (no, no quise decir policía militar) y pertenecía a la U.C.R. (Unión Cívica Radical) y fue el intendente de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, cuando en la provincia había un gobernador justicialista (Peronista, es decir, la contra).

    Tuvo muchos problemas durante su gestión, algunos provocados por su carácter y otros provocados por el gobernador. Aún así, salió de la intendencia con fama de hombre honesto.

    Un abrazo.

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  3. de por si "la imagen pública" que se maneja en la cultura mediática de estos tiempos (y me imagino que siempre ha sido así) se basa en falacias ..... yo nosé pero pienso que si hubiera un curso de lógica básica en cada escuela para ... sexto primaria .. o va pues, 3ro básico aunque sea; prescindiríamos de todas las falacias de los medios de manera inevitable y natural

    los gobiernos ya sabemos que inevitablemente se convierten en una mera corporación populista y el estado utópico tanto de derechas como izquierdas es manchado por el carácter humano inmaduro de los políticos (justo como se da en las empresas privadas)

    saludos

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