miércoles, 7 de octubre de 2009


¿Compramos buenas marcas o buenos productos?

por Wiliam Ajanel

A simple vista parece una pregunta bastante redundante, sería fácil evitar la cuestión argumentando que una es consecuencia de la otra, si una marca es buena, es porque el producto en algún momento ha sido bueno. Me atrevo a cuestionar tal argumento, sencillamente porque el mercado desde hace mucho dejó de funcionar como una relación entre calidad de bienes, servicios y satisafacción de necesidades, para transformarse en una especie de estrategia basada en la especulación y la psicología del consumidor.


Pero ¿cómo es que logra una marca superar la calidad de un producto? El proceso es muy sencillo, aunque requiere de una fuerte inversión económica que se basa en la manipulación y el control de los medios y los canales de distribución [que van desde las tiendas, los mayoristas, los detallistas, etc]. Por ejemplo, nos encontramos con una camiseta de algodón, que puede en determinado momento resultar bastante genérica y fácil de encontrar, pero viene el asunto de las marcas, que se han logrado posicionar, es decir, han logrado colocarse en un espacio de nuestra mente, y damos entonces una prioridad de calidad más alta.

¿Cómo llegó a "posicionarse" esa marca en nuestra mente? La publicidad juega un papel determinante en nuestra percepción sobre las marcas, independientemente de la calidad de el producto; está siendo sobrevalorada la imagen que hay detrás de una marca, es por eso que resulta tan necesario que una marca de un producto esté apoyada por la imagen de personalidades del mundo de los medios, la música, el deporte, etc.

La habilidad que han logrado muchos profesionales del posicionamiento para distraer nuestra atención hacia las bondades de la marca es impresionante, comenzando con el simple hecho de, por ejemplo, pedir un Marlboro en lugar de pedir un cigarrillo cualquiera. Se puede alegar en este caso en específico, que es un producto que se ha ganado el prestigio a través de los años y la calidad de sus productos, pero ¿estamos realmente convencidos de la calidad del producto o sólo de su prestigio?

Es de considerar que muy pocos tienen el tiempo, los conocimientos técnicos y la objetividad, necesarios para comprobar la calidad de los productos, es muy difícil tratar de convencernos, en primer lugar, de que entre cientos de marcas de un detergente, existan otros mejores quizá que no son tan famosos, sencillamente tardaríamos mucho tiempo en determinar bajo juicios de valoracion objetiva, cuál es el mejor y por qué.

Esto no quiere decir que estemos condenados a consumir los productos que salen victoriosos de una guerra comercial donde gana el más poderoso, el más viejo o el más publicitado, sencillamente podemos despertar la conciencia individual hacia una especie de "consumo responsable", lo cual no quiere decir que dejemos de comprar marcas, pero en vez de eso, volvamos [como mucho tiempo atrás] a preocuparnos por las bondades de un producto, su utilidad, su calidad, sus atributos físicos y si se quiere su precio.

Yo me temo que en su mayoría, estamos consumiendo productos de marcas reconocidas, lo cual no debería cerrar la puerta de la duda respecto a su calidad. ¿Compramos buenas marcas o buenos productos?


Un saludo

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4 comentarios:

  1. De un tiempo a esta parte me he acostumbrado a comprar marcas "blancas" y en supermercados económicos, con lo que te has de guiar por tu experiencia y no por la publicidad y llegas a conclusiones muy curiosas, por ejemplo, los chocolates que vende cierta cadena de supermercados económicos alemanes es muchísimo más baratos que otros de marca y encima de una calidad muy, pero que muy superior a estos y lo mismo con galletas, detergente para el lavavajillas, lejias para ropas de color, productos congelados, etc... sin embargo en otras cadenas tienen algunos productos blancos mejores.

    Con esto no sólo hemos ahorrado dinero si no que mejorado la calidad de los productos que consumimos así que no es de extrañar que en España todas las marcas se estén lanzando a una campaña mediática en la que nos informan de las bondades de comprar marcas en lugar de a la competencia.

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  2. Tienes toda la razón. Yo también lo he pensado muchas veces.

    Efectivamente, a veces, la calidad y la marca van unidas de la mano. No por la marca, sino porque al costar más fabricarlo, ese producto no posee grasas hidrogenadas, por ejemplo. Los refrescos de naranja y limón suelen estar bien. Son distintos de unas marcas a otras, pero no suelen estar mal. Sin embargo, con los refrescos de cola, los que no pertenecen a las dos primeras marcas, no saben nada bien para mi gusto.

    Lamentablemente, eso es sólo una mínima parte de los casos. Yo compro marcas blancas y normales desde mucho antes de la crisis. No quiero decir marcas ni establecimientos para que esto no parezca publicidad.

    En la mayoría de los casos se encuentran galletas bañadas de chocolate que les dan mil vueltas a las "originales" o pizzas de mayor calidad.

    Como veis, lo estoy enfocando a la alimentación, pero igual sería con la ropa, por ejemplo. Hay cierta tienda muy conocida que hace lo que llaman "ropa de temporada", que viene a durar menos de un año de uso sin que se salten botones o se rompa algo. Me ha pasado muchas veces y ya no compro allí. Sin embargo, la ropa de un hipermercado concreto tiene muchísima más calidad y mejor precio, pero tiene un diseño feo. La pregunta es: ¿Realmente un diseño más bonito compensa pagar más por algo peor? Si se viste la ropa de esa tienda, vas a la moda con buen aspecto y si no, simplemente vas vestido con "ropa fea".

    Así mismo podría plantearse la pregunta con cualquier marca. A menudo, las marcas blancas superan con creces a las otras, pero a veces, como es el caso de la ropa, no proporciona el estatus de acomodado que muchas personas necesitan o pretenden aparentar.

    Opino que está bien que existan las marcas. La mayoría innovan y luego las marcas blancas les copian el producto por menos dinero. La innovación es importante, pero la gente debería dejar de tratar de aparentar lo que no es, de pagar más de lo necesario y pensar por su cuenta de vez en cuando.

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  3. Buena reflexión. Lo peor de todo es que, la mayoría de las veces, marcas aparentemente muy diferentes que se hacen la competencia entre sí son del mismo fabricante. Aquí dejé algunas reflexiones y datos al respecto. Saludos.

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  4. Yo pienso que buenas marcas y productos van unidos. Lo bueno se paga. Y lo bueno es la marca de toda la vida. El resto son sucedaneos.

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